Paternidad
3 Métodos para criar niños felices
Como padre, eres responsable de la salud y la felicidad de tu hijo, lo que a veces puede ser bastante estresante y abrumador. Afortunadamente, puedes criar a tu hijo para que sea una persona feliz si lo cuidas, le prestas atención y le hablas de sus emociones. A medida que tus hijos crecen, puedes guiarlos a través de los desafíos de la vida y alentarlos a enfocarse en la felicidad y la realización.
Método 1
Fomentar la felicidad social y emocional
1.- Ayude a su hijo a comprender e identificar sus emociones. Los niños dependen de sus padres para que los ayuden a hablar sobre sus emociones. Si su hijo se siente feliz, triste, molesto o emocionado, hable con él y cuéntele sobre su experiencia con esa emoción. Esto ayuda a inculcar inteligencia emocional en los niños y les ayuda a estar más en sintonía con sus sentimientos a medida que crecen.
Por ejemplo, si su hijo domina un juego nuevo, como lanzar y atrapar una pelota, y lo ve sonriendo y riendo, puede decir algo como «¡Eres tan feliz! ¡Me encanta verte sonreír!»
También es importante identificar las emociones menos positivas, como la frustración. Por ejemplo, si tu hijo mayor está llorando porque le dijiste que no podía salir con amigos, puedes decir «Sé que estás molesto. ¿Estás molesto porque te dije que no?
Enseñe a sus hijos las emociones mediante el uso de señales visuales a las que puedan acceder fácilmente. Use tarjetas didácticas o un póster de emociones al que su hijo pueda referirse cuando tenga problemas para decirle cómo se siente.
2.- Anímelos a pasar tiempo con sus amigos. Las conexiones sociales son extremadamente importantes para los niños, así que asegúrese de darles suficiente tiempo con sus amigos.
Organice fechas de juego para los niños más pequeños y permita que los niños mayores pasen tiempo con sus amigos de la escuela y actividades extracurriculares. Trate de ayudarlos a dedicar al menos 2 horas a la semana a pasar tiempo con sus amigos.
Coordine con otros padres de niños más pequeños para hacer citas de juego semanales o mensuales con una variedad de amigos diferentes.
Para los niños mayores, ofrézcase a recibir a sus amigos después de la escuela para una sesión de estudio o incluso una fiesta de pijamas para que pueda ver cómo van sus amistades.
Si su hijo tiene problemas para hacer y mantener amigos, hable con él sobre lo que está pasando. Si sospecha que está siendo acosado, comuníquese con su maestro para discutir el problema y encontrar una solución.
Anime a su hijo a conectarse con otros en actividades extracurriculares y haga un esfuerzo por llevarlo a reuniones sociales cuando esté invitado. Hable con su hijo para que invite a sus amigos a sus propias celebraciones.
3.- Considere limitar el «tiempo frente a la pantalla» a 2 horas por día. Estudios recientes han demostrado que los preadolescentes y adolescentes que pasan más tiempo frente a las pantallas jugando, enviando mensajes de texto o usando las redes sociales informaron sentirse menos felices. Si bien la conexión social en línea es importante, recuérdeles a sus hijos que tengan otras formas de conexiones sociales que se basen en interacciones cara a cara.
Sin embargo, es importante no restringir demasiado su actividad en las redes sociales. Encuentre un lugar con el que ambos se sientan cómodos y confíe en que su hijo se mantendrá involucrado en la vida real. Si surgen problemas, no tenga miedo de intervenir y limitar aún más su tiempo de pantalla.
4.- Pregúnteles a sus hijos qué los hace felices. Hablar sobre lo que lo hace sentir feliz o agradecido es una excelente manera de reconocer la felicidad en la vida cotidiana y convertir las experiencias negativas en positivas. Durante la hora de la comida o antes de acostarse, hable con sus hijos sobre una cosa en su día que los hizo sentir felices o una cosa por la que están agradecidos en su vida.
A medida que sus hijos crezcan, puede alentarlos a que lleven un diario de gratitud o continúen sus conversaciones diarias sobre la felicidad. Esto reforzará la importancia del optimismo a medida que se conviertan en adultos.
Método 2
Fomentar la rutina y la responsabilidad
1.- Crea una rutina diaria y fomenta hábitos saludables. Enséñele a su hijo la importancia de la higiene personal y las rutinas diarias, como mantener un horario regular para acostarse, hacer ejercicio durante al menos 30 minutos al día y pasar tiempo al aire libre. Trate de mantener un horario regular usted mismo todos los días para que su hijo pueda ver los beneficios de estos hábitos.
Para los niños más pequeños, esto puede ser tan simple como ayudarlos a cepillarse los dientes, vestirse y hacer pequeñas tareas en la casa.
Con los niños mayores, puede invitarlos a caminar con usted o pasar tiempo leyendo antes de acostarse para relajarse.
Por ejemplo, si sus tardes suelen estar ocupadas, puede despertarse, elegir la ropa, cepillarse los dientes y desayunar con su hijo todas las mañanas.
2.- Confíeles más responsabilidades. A medida que su hijo crece, puede hacer que se sienta como una parte importante de la familia dándoles trabajos domésticos. Mantenerlos involucrados y mantenerlos en un nivel razonable para su trabajo inculcará un sentido de orgullo por su éxito. Cuando saben que son importantes, pueden estar más felices de ayudar.
Por ejemplo, puede confiar en un niño de 7 u 8 años para que alimente y pasee al perro después de la escuela.
Para los niños de 9 años en adelante, déles 2-3 tareas diarias, como lavar los platos, ayudar a lavar la ropa y hacer funcionar la aspiradora.
Si tiene más de 1 hijo, cambie las tareas del hogar cada semana para que no se aburran. En ese caso, podría ser útil hacer una tabla de tareas para mantener en orden sus responsabilidades.
3.- Manténgalos comprometidos con juegos, juguetes y actividades. ¡Divertirse es una parte importante de ser feliz, sin importar la edad que tengas! Deje que su hijo participe en una variedad de juegos, manualidades y actividades y anímelo a inventar los suyos propios.
Mientras juegan, los niños de todas las edades pueden descubrir nuevos intereses y practicar las habilidades en las que son buenos.
Implemente una combinación de tiempo de juego estructurado y no estructurado. Elija juegos específicos para jugar a veces y luego deje que su hijo elija lo que quiere jugar el resto del tiempo.
Por ejemplo, si su hijo pasa 4 horas al día jugando, intente dedicar de 1,5 a 2 horas al juego estructurado y de 2 a 2,5 horas al tiempo de juego no estructurado y «libre», en el que pueden crear sus propios juegos.
Para los niños mayores, presénteles juegos que requieran imaginación, creatividad y habilidades para resolver problemas, como dominó, juegos de cartas o juegos de rol.
Rote la selección de juguetes de su hijo para que no se canse de ellos.
4.- Anime a su hijo a aprender nuevas habilidades. Los niños de todas las edades se enfrentan a nuevos desafíos todos los días, y los niños mayores pueden querer probar una nueva actividad que nunca antes habían hecho. Cuando lo hagan, apóyelos y anímelos con palabras positivas, ayuda y perseverancia. Déles espacio para abordar el obstáculo primero, pero no tenga miedo de intervenir para ayudarlos si lo necesitan.
Hágales saber que cuando prueben algo nuevo, es posible que no sean buenos en eso, y eso está bien. Felicítelos por esforzarse por intentar algo, en lugar de lograr la perfección.
Cuando no tengan éxito en algo, recuérdeles que siempre pueden volver a intentarlo y que tienen la oportunidad de hacerlo bien.
Por ejemplo, si su hijo está aprendiendo a atarse los zapatos, déle instrucciones detalladas y guíelo a través del proceso. Luego, déjelos hacerlo ellos mismos. Puede que no lo hagan perfectamente bien, pero usted puede mantener una actitud positiva y seguir con ellos mientras aprenden.
Método 3
Ser un padre positivo
1.- Sea un modelo a seguir para sus hijos. Sus hijos lo buscan en busca de orientación a lo largo de su vida. Muéstrales que la felicidad es una parte importante de tu vida, habla con ellos y muéstrales cómo te haces feliz. Trate a los demás con respeto y manténgase en los mismos estándares que tiene para ellos.
Cuando cometa un error, asegúrese de disculparse con sus hijos y con cualquier otra persona involucrada. Manejar los problemas y los errores con gracia es importante para adultos y niños.
2.- Tómate al menos 1 hora para ti cada semana. Para asegurarte de que te sientas satisfecho y feliz en tu vida, dedica tiempo a hacer cosas que disfrutas durante al menos una hora a la semana. Ya sea que estés leyendo, tomando un baño relajante o haciendo ejercicio, tómate un tiempo para cuidarte.
Puedes planificar esto para la misma hora todas las semanas o planificarlo en días diferentes según tu horario.
3.- Mantenga una actitud positiva cuando las cosas vayan mal. La paternidad puede ser extremadamente frustrante y abrumadora en algunos momentos. Cuando se sienta molesto, respire profundamente y trate de ver la situación desde una perspectiva diferente. Tenga una conversación positiva sobre el problema y llegue a una solución que funcione para todos.
Trate de evitar gritar o discutir con su hijo o con otro padre. Esto modela el comportamiento negativo de su hijo y le indica que debe abordar sus problemas de la misma manera.
Por ejemplo, si su hijo tiene una rabieta, puede decirle algo como: «Sé que estás molesto en este momento y está bien. Vayamos a un lugar privado para que podamos hablar sobre lo que está pasando” y ayudarlo a sentirse mejor.
4.- Sea comprensivo cuando su hijo falle. Los niños no son perfectos y a menudo, cometen errores y ponen a prueba los límites a medida que crecen y aprenden. Si su hijo no tiene éxito en las cosas que intenta o rompe una regla, recuérdele que todo estará bien y que los fracasos y los errores son parte de la vida.
Por ejemplo, si su hijo está aprendiendo a andar en bicicleta y se cae, es posible que se sienta molesto incluso si no se lastimó. En lugar de reírse de ellos por caerse o decirles que son malos montando bicicleta, puedes decir algo como: «¡Apuesto a que si vuelves a intentarlo lo conseguirás la próxima vez!»