| Mensaje: | Bueno, nuestra Promoción es 1964-1968, han pasado ya 35 años que egresamos, muchos de nosotros hemos pasado fácil los 50 años de edad. Algunos serán abuelos, yo aún no lo soy, aunque espero serlo pronto, para ser feliz con mis nietos como ustedes. Al terminar nuestros estudios, algunos de nosotros buscamos transitar por el mundo, unos tal vez en nuestro país, otros en el extranjero. En fin, formamos cada uno nuestras familias. Hoy pienso en esos días de fogosa juventud, nos conocimos, crecimos estudiando, nos hicimos hombres entre juegos, riñas, paseamos juntos, cada quien con sus mas patas. De ellos tengo imborrables recuerdos, de cada uno de mis compañeros guardo algún detalle, broma o chapa. Llegué a los 55 años ya, y es grato saber que todos los que salimos estaremos aun en la brega, a ver si me pueden leer algún día, ustedes o sus familiares. Tal vez nuestra promoción sea la mas antigua en ésta web en que me inscribo, pero estoy orgulloso de haberme formado y forjado con recordados maestros. Fui escolta en mi Colegio, pues medía entonces y hasta hoy 1.78 mts., era eso sí mas delgado que hoy que peso 90 kgs., en el Colegio pesaba 75 Kgs., vaya que desde los 18 años que egresé, solo aumenté 15 kgs. Para noticia de mis amigos, soy Abogado, pese a que estudiamos Media Comercial. Me casé el año 1975, siete años después de haber enrumbado a Lima. Mi hijo es Abogado como yo, tiene 29 años, y mi hija, ya casada en USA, tiene 25 años. Bueno, ya les conté un poquito de mi vida, que viví intensamente. No hice mayores riquezas, pero si tengo lo suficiente con lo que puedo vivir feliz. Mi mujer, con la que este año cumplo 30 años de casados y dos hijos realizados. Esa es mi riqueza, aquella vida que Dios me dio, y así mis próximos años, quedan muy pocos ya, viviré agradeciendo y orando por este corto paso que El me permitió vivir en la Tierra. A todos mis amigos del Colegio, aquellos que para mí fueron los mas sanos y puros amigos que pude tener, gracias por haberlos conocido, gracias por permitirme tenerlos en mi memoria, que me dan tan grato momento de inspiración, y aquí tipeando con la esperanza que algún día alguno me escriba para saber de él, para poder bañarme en las plácidas y suaves aguas del recuerdo, en fin, para darles mi amable bienvenida. Les espero. |
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