Lizardo Montero Flores, nació en Ayabaca el 27 de mayo de 1832. Fue un Militar y político peruano, que ocupó la Presidencia del Perú de 1881 a 1883.
El Marino que nunca se dio por vencido
Sus padres fueron José Casimiro Montero del Águila y Gregoria Flores Izaga. Ingresó a la Escuela Naval del Perú a principios de la década de 1850. Siete años más tarde, a bordo de la fragata “Apurímac”, apoyó la revuelta de Vivanco. Entre 1858 y 1862 viajó a España. Se casó con doña Rosa Elías. Fue un hombre culto y amable que gustaba de la vida social.
Conflicto con España
En 1865, apoyó al general Mariano Ignacio Prado en su golpe de Estado contra el general Pezet. Por ello, fue ascendido a capitán de corbeta y estuvo al frente de la escuadra peruana durante el conflicto de 1866 contra España. En 1871, Montero estuvo entre los fundadores del Partido Civil. Fue elegido senador por el departamento de Piura, y cinco años más tarde, ascendido a contralmirante.
Guerra del Pacífico
Tras la declaratoria de guerra, Prado lo nombró jefe político y militar de los departamentos del sur. Montero estuvo en la defensa de Tacna junto con las fuerzas bolivianas. Luego de la derrota en la campaña naval pasó a Lima, donde fue alcalde de la ciudad. Nicolás de Piérola lo integró al Estado Mayor. Luchó en las batallas de San Juan y Miraflores, de los días 13 y 15 de enero de 1881, y tras la ocupación marchó a Huaraz, como jefe político y militar de los departamentos del norte.
Presidente de la República
En 1881 fue instituido vicepresidente. Cuando el presidente Francisco García Calderón fue encarcelado y trasladado a Chile, Montero se convirtió en presidente provisorio e inició negociaciones con el Gobierno chileno. Su negativa a la cesión de territorios, lo obligó a trasladar el Congreso a Arequipa. Al mismo tiempo trabajó intensamente para proseguir la guerra junto a Bolivia, adquiriendo armamento en Europa y Estados Unidos que, con gran esfuerzo, llegó a puertos argentinos y desde allí fue llevado a Bolivia y Puno. Durante los años siguientes, el país vivió una época de anarquía, con Miguel Iglesias detentando el poder en el norte del país y Cáceres dominando la sierra central. Montero salió del país tras la firma del Tratado de Ancón, en 1883.
En 1890, ya de vuelta al Perú, fue elegido senador por Piura entre 1890 y 1894. En los años postreros de su vida aceptó el cargo de vocal del Consejo Supremo de Guerra y Marina. Tenía 73 años de edad cuando le sorprendió la muerte, el 5 de febrero de 1905.