HOY, 15 de Octubre de 2024


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El poder de las manos

El maravilloso poder de las manos

El maravilloso poder de las manos

Las manos son un instrumento maravilloso que tenemos y que no sólo sirven para realizar trabajos manuales, sino pueden actuar en el campo sensorial y con ellas podemos hasta curar.

Las manos expresan lo que se siente y lo que se piensa. En un momento dado, ellas reflejan las pasiones, los estados sicológicos, el carácter y la voluntad del individuo.

Por ellas se puede reconocer el grado de inteligencia, el nivel cultural y las habilidades de las personas.

Basta observar con atención los movimientos de las manos, la posición que adoptan y la tonalidad de su piel para descubrir si el individuo está alegre o triste, si es nervioso o tranquilo, tímido o audaz y si goza de salud o está enfermo etc.

Las apreciaciones valorativas responden a estudios comparativos determinados por las respuestas siconerviosas, los contenidos afectivos, la actividad glandular y la circulación sanguínea que tipifican el cuadro primario del estudio de las manos.

El nervioso e impulsivo se distingue por los movimientos de manos agitadas e inquietas. El apático por los movimientos lentos y pesados que imprimen a las manos. El impositivo y dominante por los gestos rápidos y en zigzag o angulosos. El melancólico por la falta de color en la piel, el colérico por el tinte rojizo de su epidermis.

La temperatura, el color, el tipo de piel, la sequedad, textura o la musculatura de las manos expresan pormenores de la personalidad de la constitución física, de la potencia sexual y la vitalidad orgánica.

Datos que perfilan las siguientes correlaciones: el emotivo o apasionado tiene las manos cálidas, el atemorizado se distingue por las manos frías, el tímido e inhibido mantiene una mano húmeda. El perezoso presenta una mano muy blanda, el sensual tiene la mano carnosa y pulposa y el reumático o artrítico presenta una piel reseca y áspera.

Dar la mano

Cuando nos tienden la mano en gesto de saludo y la estrechamos podemos hacer juicios precisos. Si no tienden la mano con inercia e indiferencia es señal que nuestro interlocutor no expresa sinceridad, que guarda distancia o bien es tímido. En cambio, una mano dada con firmeza y apretada acusa espontaneidad, deseo de comunicación, confianza personal y es también un signo de vitalidad.

Es que la mano es la parte más expresiva del cuerpo y es altamente sensitiva, lo que le confiere un representación muy particular en el cerebro. La representación de la mano en el cerebro está dispersa en la totalidad de la corteza cerebral y está en contacto, además, con las vías nerviosas que relacionan la médula oblonda y la región de los tálamos con la corteza. Incluso la mano ha sido considerada como el órgano capaz de reflejar con mucha claridad un sinfín de pormenores sicológicos y orgánicos.

Científicamente se han considerado las rasgos morfológicos de las manos tales como la forma y el tamaño de la palma, los dedos y las uñas como análisis aislados y también como estudio global de la mano, considerada como un todo unitario. Asimismo se han hecho interesantes observaciones respecto a la líneas de las palmas de las manos. Los cuadros estadísticos evidencia hechos coincidentes con ciertas marcas de las manos y la sicología y la salud de una persona. Algunas rayas de la palma de la mano que forman figuras han revelado padecimientos orgánico.

Se ha establecido asimismo que los quirománticos pueden predecir el futuro leyendo la palmas de la mano, las que utilizan como un tercer medio para no ver la cara o los ojos de la persona que adivinan. Quien adivina y el que es adivinado dirigen las miradas a la palma de la mano y se forma un triángulo. Así, el que adivina no necesita mirar a la persona que adivina y puede hacer mejor su trabajo.

Se considera, de otro lado, que la manos retienen impresiones y recuerdos y se ha apreciado una correlación de la forma de la mano con la predisposición a ciertas enfermedades. Además revelan elementos de la personalidad y sicología profunda de un sinfín de dolencias físicas. También algunos signos o huellas d las manos hablan de la buena o mala suerte.