Pizarro, el primer devoto.
En 1536 --cuenta la leyenda-- Pizarro y sus huestes, que solamente eran 500, se enfrentaron a 25 mil guerreros nativos, quienes planeaban tomar el centro de la ciudad. Sin embargo, cada vez que intentaban cruzar el río Rímac eran arrastrados por la corriente y morían ahogados. Sin aparente causa lógica, la mañana del 14 de setiembre, día de la fiesta de la Exaltación de la Cruz, los guerreros emprendieron la retirada.
¡Milagro de San Cristóbal!, gritaron los españoles. Después organizaron una romería hacia la cumbre del cerro, donde se construyó una capilla y se colocó una enorme cruz de madera. El terremoto de 1746 destruyó la capilla. Durante el gobierno del presidente José Balta, esta cruz fue sustituida por una de encajes de fierro colado. La luminosa cruz de 20 metros, que en la actualidad se ve desde cualquier punto del Centro Histórico, fue inaugurada y bendecida el 23 de diciembre de 1928.
El artífice de esta obra fue el párroco Francisco Aramburú, del convento de Los Descalzos. Cuentan que una noche tuvo un revelador sueño, y como era amigo del presidente Augusto B. Leguía le contó a éste los detalles del sueño. "Desde la celda he visto totalmente iluminada la cruz del cerro", le dijo en la mañana siguiente. El primer mandatario dispuso inmediatamente colocar en la cumbre del cerro una cruz de 20 metros de altura, provista de 22 potentes focos, pues planeaba convertirlo en el mirador más alto de Lima.
Cada primer domingo de mayo. Si antes de la conquista los antiguos peruanos ascendían a la cima para llevar ofrendas y sacrificios a sus dioses; los españoles y misioneros lo hacían rezando el Vía Crucis y rememorando las estaciones de Jesús. Esa tradición la siguen hasta ahora los religiosos del convento de los Descalzos durante el primer domingo de mayo. El párroco Francisco Aramburú organizó en 1929 la primera peregrinación a la cruz de San Cristóbal que se mantiene hasta hoy.
En la cima del cerro es posible degustar dulces y platos típicos limeños. También cuenta con un pequeño museo de sitio.
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